Una vez tuve luz
verde para este proyecto, preparé varias bocetos rápidos y sucios de poses hasta que encontramos la que más (en mi opinión) reflejaba al personaje: calculador, decidido, confiado... Un par de días de búsqueda de referencias y un pequeño
casting para encontrar al escultor perfecto para el proyecto y nos pusimos en marcha. En cuanto le encargué la escultura a
Juan, que estaba igual o más entusiasmado que yo con el personaje, se puso manos a la obra para realizar un boceto inicial del rostro tan característico del vikingo. Quedaban varias semanas por delante para darle vida a Ragnar y la emoción por recibir sus avances aumentaba cada día...
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Boceto inicial del rostro |
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Idea pose |
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